Desde el año 2010, como consecuencia de la reforma del Código Penal, las empresas son susceptibles de ser declaradas responsables de los delitos que cometan sus directivos, administradores o empleados. Y las penas pueden llegar incluso a la disolución de la sociedad. De ahí que cada vez más sociedades mercantiles estén adoptando sus planes de “compliance”, sistemas para prevenir y detectar irregularidades que, aún en el caso de que no llegasen a evitarlas, se consideran un atenuante o incluso un eximente de responsabilidad penal.
Según explica Roberto Priegue, del despacho de abogados Dobarro&Asociados, en el sector de los talleres ya hay grandes marcas o cadenas de concesionarios que están adoptando estos planes de compliance. En estos casos, el protocolo de prevención se extiende a toda la cadena, por lo que es algo que también va a afectar a los proveedores y suministradores.
Y en el mismo sector están los talleres más pequeños, con escasa plantilla, a los que les resultaría en exceso costoso contratar la implantación de uno de estos sistemas. Para ellos, Atreve y el despacho de abogados Dobarro&Asociados están barajando la puesta en marcha de un programa de formación en el que se expliquen una serie de pautas útiles y que sean ellos mismos los que hagan “su traje a medida” en la prevención del delito.
“Creo que ninguna otra asociación en el sector está trabajando en esto –comenta Roberto Priegue-; de manera que Atreve va un paso por delante de las demás y se diferencia en cuanto al cumplimiento normativo”. Para el abogado, que lleva tiempo trabajando codo a codo con Atreve, “los asociados pueden ver, en asuntos como este, que la entidad hace cosas que son útiles de verdad y que les van a servir en su día a día”.
El bufete de abogados Dobarro&Asociados mantiene un convenio con el despacho madrileño DAAS, especializado en compliance.
No sólo hay que tener un plan, también hay que cumplirlo!
La famosa sentencia del caso Neymar, en la que se condenó al Club de Fútbol Barcelona, puso al descubierto que en el compliance no es suficiente con el desembolso de una buena cantidad de dinero a un despacho de abogados para que este redacte un plan y lo entregue encuadernado.
“El compliance ha de ser algo que la empresa entienda y que de verdad ejecute -explica el abogado Roberto Priegue-; lo que importa es la actitud de cumplimiento normativo, que sea una realidad que se revisan y actualizan las medidas antifraude y de protección ante el delito, que esto llega a toda la estructura de la empresa, que se da formación al personal, que hay un canal de denuncias anónimo, etc”.
De ahí que en pequeñas empresas, como puede ser el caso de talleres familiares o con pocos empleados, se valore la adopción de medidas sin necesidad de contratar la implementación de un plan de este tipo.