La subida del coste de la energía lleva cada día a más empresas y particulares a buscar fórmulas de autoconsumo. También en la Asociación de Empresarios de Reparación de Vehículos de A Coruña, y más concretamente en el seno de su grupo de compras de energía, surge la posibilidad de encontrar financiación especial y apoyo para la puesta en marcha de instalaciones solares fotovoltaicas. Según explica Julián Muñoz, es una inversión muy recomendable, especialmente en este contexto.
Las instalaciones solares fotovoltaicas, tal como indica el director del Grupo GAE, pueden ser básicamente de dos tipos: instalaciones aisladas, orientadas a aplicaciones de bombeo, señalización, comunicaciones y electrificación rural, e instalaciones conectadas a red, orientadas a la venta de energía eléctrica y autoconsumo, que son las que interesan a los talleres de automoción.
¿Es rentable la instalación de placas solares en Galicia?
Sí, la energía solar no es exclusiva de las zonas o países con más horas de sol. Tómese como ejemplo Alemania. Rotundamente sí es rentable la instalación de placas solares, más teniendo en cuenta el precio actual de la luz y la posibilidad de compensación de los excedentes, lo que reduce el tiempo de amortización. Si quieres ahorrar en el recibo de la luz es una de las mejores opciones. Los costes han bajado mucho, los paneles generan cada vez más energía y todas las instalaciones son rentables en mayor o menor medida. Si a todo esto le sumamos las subvenciones, ahora sí es el momento de pensárselo.
¿Qué factores afectan a la rentabilidad de una instalación de este tipo?
Para realizar un cálculo de la rentabilidad de una instalación fotovoltaica, es importante tener en cuenta los siguientes factores: el tamaño de la instalación, la calidad de los materiales y de las placas solares, el precio de la luz, las horas de luz que capta la instalación fotovoltaica y los horarios principales de consumo de cada usuario.
¿Cuánto se tarda en amortizar la inversión inicial?
La rentabilidad de la instalación depende de la amortización y el beneficio neto. En general, el tiempo necesario para recuperar la inversión es, de media, entre cinco y siete años.