Atreve denuncia las deficiencias del servicio de recogida de neumáticos de Signus

Nuestra Asociación de Empresarios del Taller de Reparación de Vehículos de A Coruña (Atreve) ha puesto en conocimiento de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda las deficiencias que se están produciendo en el servicio de recogida de neumáticos que presta Signus y de los problemas que está ocasionando a los talleres. La subdirectora xeral de Residuos, Verónica Tellado, nos ha comunicado que entiende la gravedad del problema y que ha trasladado nuestras quejas tanto a Signus como al Ministerio de Medio Ambiente.

Desde la entidad vamos a facilitar información detallada para que se abra un expediente sancionador. De ahí que hayamos solicitado a nuestros asociados todos los datos necesarios: cuándo se solicitó la recogida, cuánto se retrasó, cuánto espacio ocuparon los neumáticos hasta su retirada… así como fotografías.

El problema es que, según las normas de las empresas encargadas de la gestión de los neumáticos, a los talleres se les pide tener un mínimo de 100 NFU (Neumáticos Fuera de Uso) para llamar al gestor de estos residuos, SIGNUS o TNU, y solicitar la retirada. La retirada de los NFU se está demorando entre dos o tres meses desde la solicitud, tiempo durante el cual el depósito de ruedas sigue aumentando y desbordando el espacio físico del que disponen los propios talleres. Los empresarios se exponen a ser multados, aumenta el riesgo en caso de incendio y, entre otras cosas, se entorpece la operativa normal del taller.

Esperar dos a tres meses para la recogida

Tal como consta en la carta que nuestro gerente, José Ramón Devasa, dirigió a la Subdirectora Xeral de Residuos, Atreve ha tratado sin resultado, buscar una solución negociada con el director comercial de Signus en la zona noroeste. «Actualmente las recogidas se están retrasando un promedio de 2 a 3 meses, ocasionando un trastorno muy elevado a los talleres, por la gran cantidad de NFU acumulados», señala en la carta.

«Hemos tenido casos de talleres de apenas 100 metros cuadrados que no podían trabajar por el gran número de NFU acumulados, talleres con más de 300 NFU situados en bajos comerciales en zonas urbanas debajo de viviendas, generando una carga de fuego muy superior a lo estimado en el diseño de las instalacioes PCI (Protección contra incendios), y en definitiva talleres a los que la acumulación de NFU les está imposibilitando realizar adecuadamente su labor de reparadores de vehículos».

Tal como se denuncia desde Atreve «si tenemos en cuenta que somos objeto de inspecciones periódicas tanto del Seprona como de la Policía Autonómica, vigilando el cumplimiento de la correcta gestión medioambiental de los residuos generados en el taller, estamos en una situación inaudita al vernos imposibilitados, por motivos ajenos a nuestra voluntad, en cumplir una normativa por la que podemos recibir una sanción».